Un gran desafío mental, una herramienta para su razonamiento espacial y orgullo cuando esa pieza por fin encaja.
- Gimnasia para el cerebro: Girar y probar cada pieza activa su pensamiento lógico y su capacidad para resolver problemas.
- Desarrolla la paciencia y la perseverancia: Aprende que equivocarse es parte del proceso y que intentarlo de nuevo lleva al éxito.
- Estimulación visual y lenguaje: Los colores y formas de los vehículos amplían su vocabulario de manera natural y divertida.
- Refuerzo del autoestima: El "¡lo logré!" al completarlo es una inyección de confianza que lo motiva a seguir aprendiendo.
Cada pieza que encaja es una lección para toda la vida:
- Razonamiento espacial: Aprende a rotar mentalmente las formas para visualizar cómo encajarán en el espacio disponible.
- Memoria y concentración: Recordar dónde va cada pieza después de varios intentos ejercita su memoria de trabajo.
- Manejo de la frustración: Gestionar la emoción cuando una pieza no encaja es un aprendizaje emocional crucial.
- Coordinación mano-ojo de precisión: Requiere alinear con exactitud la pieza con su contorno, mejorando su control motor fino.
- 18 a 24 meses: Resolvedor con guía. Necesita que le muestren cómo girar las piezas y mucho estímulo para no frustrarse.
- 2 a 3 años: Resolvedor independiente. Ya domina la lógica del puzzle, gira las piezas con intención y celebra cada acierto.
- 3 a 4 años: Experto estratega. Completa el puzzle con rapidez y puede explicarle a otros cómo hacerlo.
- Material: Madera de alta densidad, con un grosor perfecto para manitos pequeñas.
- Precisión: Encastres precisos que desafían sin frustrar, logrando el balance ideal.
- Pinturas: Colores vibrantes y formas claras con pinturas no tóxicas a base de agua.
- Tema: Vehículos que capturan su interés y amplían su vocabulario (auto, barco, avión, tren).
- Base con marco: Marco de madera que mantiene las piezas en su lugar, facilitando el juego.