No es solo una pandereta. Es una herramienta secreta para desarrollar habilidades clave mientras se divierte de verdad.
¿Imaginas esa sonrisa? Eso es lo que estás por llevar a tu casa.
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Desata la creatividad y la expresión: Deja que inventen sus propias canciones y bailes.
Desarrolla la coordinación como un profesional: Golpear y agitar en ritmo fortalece la motricidad fina y gruesa.
Fomenta la socialización: Es el alma de la fiesta, ideal para jugar con hermanos, amiguitos y toda la familia.
Construye autoestima: ¡Nada como los aplausos y la alegría de hacer música ellos mismos!
Confianza para pararse frente al mundo: El escenario de su habitación hoy, es la seguridad para hablar en público mañana.
Oído musical y disciplina: La base para aprender cualquier instrumento en el futuro y desarrollar la concentración.
Inteligencia emocional: Aprender a canalizar la alegría, la emoción y hasta la frustración a través de la música es un regalo para toda la vida.
- A partir de los 12 meses: Bajo tu supervisión, descubre la causa-efecto (¡yo hago el ruido!) y estimula sus sentidos.
- 2 a 3 años: Explota en imaginación, imita todo lo que ve y mejora su control físico siguiendo el ritmo.
- 4 años en adelante: ¡Llegan los recitales en familia! Desarrolla creatividad, trabaja en equipo y su amor por la música.
Material: Madera de primera calidad, no se rompe.
Sonido: Auténtico y claro, perfecto para oídos sensibles (nada de ruidos molestos).
Seguridad: Acabado super suave sin astillas ni bordes filosos.
Medidas: Justas para sus manitos pequeñas (15 cm).
Durabilidad: Hecha para aguantar la fiesta etapa tras etapa.