Es su primer animalito articulado, el mejor ejercicio para sus deditos y un amigo flexible que lo acompañará a todos lados.
Gimnasia para dedos: Mover cada segmento fortalece la motricidad fina como ningún otro juguete, preparándolo para agarrar el lápiz o la cucchara.
Estimulación sensorial integral: Los colores vibrantes, la textura suave de la madera y el movimiento flexible activan todos sus sentidos.
Calma y concentración: Su movimiento repetitivo y tranquilo ayuda a enfocar la atención y puede ser un gran aliado para momentos de transición.
Despierta la curiosidad causa-efecto: Descubre que SU acción (doblar, estirar) produce un cambio inmediato en su amigo de madera.
Cada movimiento que hace con ella promueve:
Coordinación visomotriz: La conexión entre lo que ve y lo que sus manos hacen se refuerza con cada manipulación.
Paciencia y enfoque: Lograr que la oruguita tome la forma que él quiere requiere calma y precisión.
Juego simbólico temprano: Este pequeño amigo se convierte en personaje de sus primeras historias inventadas.
Autonomía y confianza: Poder manipularlo por sí mismo le da una gran sensación de logro.
18 - 24 meses: Descubrimiento sensorial. La lleva a todos lados, la muerde (bajo supervisión) y descubre que se puede doblar.
2 - 3 años: Explorador activo. Ya domina el movimiento de los segmentos y crea formas intencionalmente.
4 años +: Creador de historias. La integra en juegos complejos con otros juguetes ("la oruguita se trepa al tren").
Material: Madera pulida a la perfección, suave como la seda al tacto.
Articulación: Segmentos unidos con cordón resistente que permite flexibilidad total y movimiento 360°.
Pinturas: Colores vibrantes y alegres con tintas no tóxicas a base de agua.
Diseño: Cabeza sonriente que genera conexión emocional y tamaño ideal (18 cm) para manos pequeñas.
Portabilidad: Forma alargada y fácil de agarrar, perfecta para llevar en la palma de la mano o en la mochila.